Nuestro trabajo como mamá en esta empresa llamada familia es día a día. Creatividad, constancia, respeto,  humildad, fe y amor son los valores que debemos emplear a diario como recursos fundamentales en la administración y gerencia de nuestro hogar. Nadie me ha preguntado y mucho menos enseñado qué hacer para mantener a la familia fortalecida pero hoy quiero compartirlo tanto para interactuar y porque me interesa que otras familias permanezcan también unidas y tengamos una mejor sociedad para nuestros hijos. En la familia se educa, se transmite valores; el aspecto cultural y académico sí que se lo dejo a las unidades educativas.


Hoy día es difícil poder comer juntos pero al menos una comida diaria debemos compartirla en familia. También los fines de semana, nada más recreativo que comer juntos ya sea un día en casa y otro día fuera para disfrutar de otros escenarios. Por lo general la cena es una buena oportunidad de reunir a nuestro grupo familiar. Allí, sin interrupciones ni distracciones una cena en familia en un lapso de una hora diaria abre un abanico de  ventajas entre las que está poder conversar con nuestros hijos y pareja. Prestando atención a sus temas y modo de hablar nos enteramos de los problemas que puedan tener y cómo podríamos ayudarlos. También allí sentados todos juntos a la mesa podemos apreciar mucho mejor los cambios físicos y emocionales  de cada miembro de nuestra familia, allí vemos como estamos creciendo todos mientras transcurren los años.

Nada como una comida familiar, una reunión en la mesa para echarnos cuentos, conversar de lo que nos gusta o disgusta de cada uno, corregirnos mutuamente, oírnos mutuamente, reírnos de nuestras anécdotas, planificar, tomar decisiones o simplemente contemplar cómo unidos nos da seguridad y podemos hacer de la vida un hermoso recorrido. Retomemos esta bonita tradición, nunca es tarde para reforzar los vínculos que nos unen con nuestros seres queridos.