Este término se utiliza para definir situaciones de acoso entre iguales. En la escuela se produce como un comportamiento agresivo e intencional en contra de un compañero por parte de otro, durante un tiempo constante y que denota una relación de poder asimétrico.


Este acoso sistemático y repetitivo, tiene lugar frecuentemente frente a un grupo que permanece como espectador. También se puede producir entre grupos acosados y acosadores.

Existen varias modalidades acoso o bullying: verbal, físico, gestual y el cyberbullying o acoso por Internet (a través de las redes sociales de moda, por ejemplo). Durante la etapa escolar y en la adolescencia, el resultado es el mismo, la exclusión social del acosado.

El acoso influye negativamente en las actividades escolares, en las relaciones personales y manifiesta una falta de solidaridad, sensibilidad y compasión.

A la larga, es un factor de riesgo, ya que quien lo padece puede convertirse en un adulto maltratador, si se trata del agresor; o en un adulto pasivo que desarrolle indiferencia ante el sufrimiento de otros. Todo esto sin mencionar los estragos o las consecuencias sobre el escolar o el adolescente acosado, si no pudo ser ayudado para salir de esa situación en su debido momento.

Lo más importante en estos casos es la denuncia a tiempo para resolver la situación, bien sea ante los padres o representantes o ante las autoridades escolares.​

Por : Dra. Jacquelin Panvini
Especialista en Pediatría en el Hospital de Niños J. M. de los Ríos. Consultor de lactancia materna de la UNICEF / OMS / OPS. Miembro de la Sociedad Venezolana de Pediatría.