Los insultos, los gritos, las amenazas, los golpes u otros tipos de abuso en el hogar afectan a los hijos. Aún cuando estén dormidos, no se encuentren en el mismo cuarto o estén muy chicos para hablar, las peleas o el abuso pueden causarles daño. Hasta los niños más pequeños saben cuando algo está mal en su casa. Cuanto más tiempo estén en esta situación, más duro será para ellos, especialmente si son muy pequeños.

La reacción de cada niño en una familia puede variar, dependiendo de la edad y de la situación en el hogar. A veces esconden sus sentimientos, o cambian su comportamiento. Estos son algunos de los cambios que podría notar en sus hijos:

  • Sentirse asustados, confundidos, enojados, culpables, avergonzados, o actuar de manera indiferente
  • Alejarse de amigos o de actividades
  • Comportarse como si fueran más pequeños: reaccionar con berrinches, orinarse en la cama o chuparse el dedo
  • Experimentar náusea, dolor de estómago, dolor de cabeza o cansancio
  • Dificultad para dormir, pesadillas, o temor a la oscuridad
  • Cambios en el apetito; subir o bajar de peso
  • Tratar de actuar como niños perfectos, o tratar de cuidar a los demás
  • Bajar su rendimiento académico o tener dificultades para concentrarse en la escuela
  • Pelear con otros niños o irrespetar a los maestros; mentir o robar
  • Involucrarse en actividades peligrosas o ilícitas como empezar a usar drogas, o meterse en problemas con la ley


Muchos niños criados en un hogar con violencia al crecer se convierten en abusadores de sus compañeros o de sus hijos, y pasan la violencia de una generación a otra.

Lo que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos

  • Hágales saber que está buscando ayuda para que no haya más gritos, reprimendas y peleas
  • Escuche a sus hijos- Recálqueles que está bien que ellos hablen de lo que ha pasado- No piense o suponga que usted sabe lo que ellos sienten o entienden.
  • Sea muy paciente, y conteste a las preguntas de sus hijos con calma
  • Pregúnteles a qué le tienen más miedo
  • Hagan un plan para ayudar a que cada niño se sienta seguro
  • Para los más pequeños, léales libros acerca de cómo “se sienten”; escriba sus preocupaciones y hable sobre ellas, o pídales que hagan dibujos que ilustren cómo se sienten
  • Sugiera que los niños más grandes escriban sus pensamientos y sentimientos en un cuaderno
  • Proporcione o apoye actividades seguras y divertidas dentro y fuera de la casa
  • Mantenga un horario regular y constante lo más que pueda
  • Haga que los niños pasen más tiempo con otros adultos de confianza
  • Enséñeles maneras saludables para afrontar el enojo o la depresión, como contar hasta 10 ó hacer ejercicio (caminar o marchar)
  • No haga promesas que no pueda cumplir
  • Dígale a los niños con anticipación cuando un cambio va a ocurrir
  • Considere buscar consejería para los niños