El tema del abuso sexual infantil es obligatorio al hablar de sexualidad porque, lamentablemente, cada día más niños y niñas resultan víctimas del abuso sexual. Este atroz delito atenta contra el equilibrio emocional del menor y, le produce traumas difíciles de superar, porque le coloca en una situación de humillación e impotencia que sobrepasa su nivel de comprensión, pues aunque no entiende del hecho, reconoce que es víctima de algo pernicioso que le asusta y le hace sentirse mal.


Es preciso destacar, que todo niño o niña es una víctima potencial porque, al contrario de lo que normalmente se piensa, el abusador sexual no es un hombre desconocido que se esconde, buscando menores indefensos y que usa un arma para amenazarlos, si no que, casi siempre, es un pariente, adolescente o adulto, hombre o mujer, que vive en la misma casa o es una persona amiga que visita el hogar frecuentemente.

El abuso sexual se define como: los contactos e interacciones entre un niño y un adulto, cuando el adulto (agresor) usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona.

Este abuso se presenta cuando un niño está inmerso o depende de actividades sexuales que, debido a su corta edad, inmadurez o adolescencia, es incapaz de comprender o dar su consentimiento.

¿Cómo proteger a los niños y niñas del abuso sexual?
Es más difícil proteger a los niños del abuso sexual cuando quien lo comete es un miembro de la propia familia, o un amigo intimo. Por eso, las mamas y los papas deben estar alertas ante cualquier situación potencialmente peligrosa, porque una supervisión constante del menor ayuda a prevenir el abuso sexual. Además, para proteger a los menores, es conveniente que madres, padres, docentes y cuidadores sigan estas sugerencias:

  • Enseñarle a los niños y las niñas como cuidar de su propia seguridad
  • Hablarles con propiedad, pero sin asustarles
  • Explicarles que algunas niñas y los niños son maltratados por personas conocidas y queridas.
  • Advertirles que, sin su consentimiento, nunca deben aceptar paseos, dinero, regalos, dulces o mascotas ni de extraños, ni de familiares, ni de amigos.
  • Adiestrarles para que busquen inmediatamente la ayuda de un adulto cuando alguien, hombre o mujer, les hace sentir incómodos o les asusta.
  • Explicarles que , en esos casos, está bien llamar la atención, gritar y armar un escándalo
  • Explicarles a quienes pueden acudir, en caso de necesitar un favor.
  • Decirles que no tienen que no tienen por qué aceptar peticiones para mantener un contacto físico no deseado con nadie, ni familiares, ni amigos, ni extraños.
  • Asegurarles que es totalmente correcto decir “no me toques así”, aun a parientes y amigos cercanos.
  • Explicarles que deben decirle inmediatamente a un adulto si cualquier persona les toca o les habla en una forma extraña que les incomoda o asusta.
  • Vigilar siempre donde están sus hijos, con quién, qué están haciendo, etc.