Los padres son los primeros y principales maestros en la vida de los hijos. La naturaleza puede proveer un excelente salón de clases para enseñar valores y recursos útiles para el éxito en su vida futura. Por esta razón, el crear oportunidades para pasar tiempo de calidad en exteriores con los hijos es fundamental.


Las actividades pueden ser, jugar en el jardín de la casa, visitar el parque, manejar bicicleta, simplemente caminar por las áreas verdes de la comunidad en que vive o visitar lugares en los que se pueda apreciar la naturaleza y aprender de ella.

Para que un niño aprenda a amar, cuidar y participar de la naturaleza que lo rodea, necesita un modelo a seguir. No hay persona en el mundo que un niño pequeño admire más que a sus padres. Es por esta razón que el dar el ejemplo es sumamente importante.

La información y educación de los padres con respecto a las consecuencias de no exponer a sus hijos a la naturaleza, es lo que promoverá que los hijos entiendan la importancia de la ecología tanto para su salud, como para la salud del planeta en general.

Algunas maneras de dar ejemplo son: aprender a reciclar, cuidar las áreas verdes y organizar actividades al aire libre con toda la familia.

Menos tecnología y más naturaleza
Según un estudio realizado por The Kaiser Family Foundation, los niños entre 8 y 18 años pasan aproximadamente 60 horas a la semana envueltos con algún tipo de medio electrónico. Esto representa más horas de las que los padres pasan trabajando a tiempo completo durante el mismo periodo.

Este hecho ha generado una epidemia de obesidad infantil. Recientes estudios citados en el libro "The Last Child in the Woods por Richard Louv," conectan problemas como el deficit de atención hiperactiva y algunos problemas de aprendizaje, con el exceso de exposición de los niños a la tecnología y la falta de juego al aire libre. El autor denomina este mal como el "síndrome de deficiencia natural".

Como padres, es nuestra responsabilidad controlar el tiempo que los niños se exponen a los medios tecnológicos y brindarles más oportunidades de conocer y disfrutar de la naturaleza. Esto nos ayudará a criar una generación más inteligente, más feliz, más saludable y mucho más consciente de nuestro medio ambiente y del futuro de nuestro planeta.