Es un hecho que actualmente entre los niños y adolescentes se generan conflictos, además así como ellos algunos padres tienden a pensar que las agresiones son solamente del tipo físico, pues se ha comprobado que las agresiones verbales son igual de poderosas que las agresiones físicas.

El bullying  es una palabra que hoy en día es muy escuchada, debido a los múltiples casos de acoso y persecución que se han generado en las escuelas y colegios, y que lleva a muchos de estos jóvenes a vivir constantemente aterrorizados. Es considerada no sólo una agresión física sino también verbal.

A través de constantes amenazas, insultos y agresiones, el agresor busca hacer sentir a la victima intimidada, quien en  la mayoría de los casos sufre en silencio. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, en algunos casos esta situación ha concluido en consecuencias devastadoras como el suicidio. Aquellos que ejercen la violencia no solo perjudican a todos los que están a su alrededor, sino que también se dañan ellos mismos y afectan a la sociedad en la que viven.

Es primordial que desde las primeras etapas de la infancia, incluso desde que bebé está el útero, los niños reciban una enseñanza que les ayude a entender la importancia de los valores, los beneficios del diálogo y la negociación para resolver alguna diferencia, que comprendan qué es la violencia y las consecuencias que esta puede generar. Los padres deben trabajar en su entorno familiar la comunicación y las relaciones armónicas.

Por: Vanessa Salas (Pasante Comunicación Social USM)