Nuestra experiencia con Gabriel Alejandro no ha sido fácil, ningún padre quiere que le digan que su hijo tiene una condición especial y como en toda situación hay un proceso de duelo, más sin embargo nos ha llenado de mucho aprendizaje. Todo comenzó en el colegio cuando notaron una falta  de comunicación y que era muy intranquilo, decidimos acudir a una psicóloga la cual nos dio un diagnóstico de Autismo leve, ella recomendó terapia de lenguaje y terapia ocupacional adicional a esto compartir mucho en casa, jugar con él, ir al parque, conversar, etc.


Así fue como iniciamos este proceso, hemos cambiado de terapista buscando con la que Gabriel mejor se identifique e incluimos la Terapia Ocupacional Sensorial, además esta en Karate lo cual fortalece la terapia ocupacional y la ocupacional sensorial y fortalece su disciplina, próximamente también va a comenzar Música ya que le encanta cantar.

Después de 2 años hemos observado que Gabriel Alejandro ha logrado avances inmensos tanto en la comunicación con nosotros, como con sus maestras, sus amiguitos y sus compañeros de clase, etc., Gabriel es un niño extremadamente cariñoso, inteligente y sobre todo FELIZ, le encantan los animales, de hecho tiene una compañerita fiel llamada Jessi su perrita, en fin Gabriel es un niño especial simplemente porque es mi hijo y no hay otro como él, no porque me lo haya dicho alguien, desde el momento en que los papas aceptamos su condición todo empieza a encajar y es cuando empezamos a ver que no son distintos a ningún otro niño, simplemente son nuestros hijos.