A los 28 años Dios y María Virginia trajeron a María Valentina a su vida. Tomo un autobús de Puerto La Cruz a Los Teques, porque la emoción, los nervios, los “no sé que” no le permitían manejar. Al llegar a la clínica de la capital mirandina tampoco le fue fácil verla, de madrugada tuvo que trepar unas paredes para entrar y contemplar por primera vez a un ser que le cambio la vida por completo. Así fue la jornada en la que el jovial, audaz, elocuente, chistoso, sencillo, humilde, creativo, locutor y rockero Juan Carlos Duque se convirtió en padre por primera vez.
Para ese entonces, el 1 de Marzo de 1995 María Virginia Natera, su esposa vivía, en Los Teques por cuestiones de trabajo y él en Puerto La Cruz en su creciente e incesante pasión por la radio.
“Eso de que a los hombres nos dan nauseas y antojos, es verdad” exclamo Duque con alegría al recordar el embarazo de Marivi, nombre de carrito con que el todos se refieren a la madre de sus hijos.
La mano de Dios
Para el año siguiente, llega el cuarto miembro de la familia Duque Natera: Juan David. Un varón que al sostener con sus pequeñísimas manos las de su padre lo hizo caer en cuenta de que “no hay nada mas mágico en la vida que un niño, tu hijo, te agarre la mano, ha de ser la mano de Dios”
Desde ese día, los cuatro viven, comen, ríen, lloran, crecer y roquean juntos.
La jornada diaria de “El Duque” como muchos se refieren en su trabajo, transcurre en el sótano de un edificio en la avenida 5 de julio de Puerto La Cruz, los estudios de Unión Radio, donde también crecieron María Valentina y Juan David quienes saltaron a los micrófonos desde muy temprana edad, en una de esas vivencias que solo pasan en familia. Un día en camino a la radio “en aquel Chevette del 85, sonaba “Mariposa Technicolor” y con esa vocecita tierna comenzó ella a cantar y se me ocurrió sacarla al aire en el “Sótano Iberoamericano” diciendo - el mejor rock en la lengua de Cervantes-” (slogan del famoso programa de La Mega 100.9 que duro más de 15 anos al aire”. Así nació la famosa “criatura”. Luego Juan David se incorporo.
Tanto que se aprende de los hijos
“María Valentina es de mucho temple, es decidida, eso me ha enseñado y hasta le pido consejos a hija”
“Juan David es muy sencillo, cuando lo veo me doy cuenta de que su sencillez es esencia de la vida”
“Mis hijos son el equilibrio perfecto para seguir adelante”
De Duque hijo a Duque padre
“Papa te amo”
De Duque a sus hijos
Sin duda alguna para Juan Carlos Duque, el valor más importante en la formación de sus hijos es “la sencillez ante el mundo, que hace la plataforma para el crecimiento personal y familiar, sin esos valores no hiciéramos de ellos grandes personas, los quiero mucho, adelante y rock & roll”
Redactado por: Lic. José Gabriel Fuentes