A sus 20 años de colaboración en la ONG “Hogares Crea”, institución que por cierto también presidió durante varios años, Inés Echeverría de Cabrera, considera que la retribución que le brinda ayudar al prójimo “es mil veces más gratificante que cualquier cosa en el mundo”.


Estas fueron las primeras palabras de Inés, esposa abnegada y madre de 3 hijos, Álvaro, Diego y Margarita, al inicio de nuestra conversación. Ella es descrita por sus hijos como un ser humano al que “no le cabe el corazón en el pecho y para el que siempre son prioridad los demás antes que ella”.

De Cabrera, siempre se ha caracterizado por ser una madre altamente activa en cuanto a colaborar con labores sociales. También considera que su formación desde niña, estuvo basada en una madre la cual ella considera que “llega a la perfección”, quien por cierto, siempre le inculcó la importancia de ser discreta, “siempre me enseñó a no decir lo que no se debe decir”, fundamento que demás está decir, extendió a sus hijos.

Cuando uno se topa en la vida con personas como la señora Inés Echeverría de Cabrera, tan llena de vida, con esa alegría que le brota por los poros y ese cariño tan tierno que la caracteriza, en un principio jamás se imaginaría que es sobreviviente de Esclerosis Múltiple, padecimiento con el que ha sabido vivir durante ya más de 20 años.

Fue en Estados Unidos cuando le diagnosticaron esta condición. En ese momento ella y su esposo Álvaro, decidieron no acudir a la medicina tradicional, sino que por el contrario fue tratada por la medicina alternativa, que por supuesto se vio muy compenetrado con su estado de ánimo, que quienes la conocen pueden dar fe de que, siempre tiene una sonrisa para regalar.

Sin embargo, esta condición no fue, ni siquiera hoy en día es, un impedimento para su desempeño como madre y esposa de una estable y bien formada familia que cada vez crece más con la llegada de sus adorados nietos.

La filosofía principal de Inés como persona es tal y como ella lo expresa: “hacerle a los demás lo que le gustaría que le hicieran”, obviando la parte negativa de este popular dicho, que cualquiera que la escucha decirlo le corregiría.

Como casi toda madre, para ella sus hijos son su mayor orgullo y asegura que la HONESTIDAD fue el valor más importante en su rol como madre, fue éste uno de los más relevantes y que marcó sus pasos en la formación de sus tres exitosos hijos.

Inés considera que es muy importante llevar las palabras a acciones, dice que “haciendo es como uno va recibiendo sin esperar nada a cambio... siempre debemos tener presente al que está arriba. Allí hay un Dios que siempre está viendo para abajo”.

Otro aspecto que resalta esta madre, es la importancia de estar en autoevaluación constante. A su juicio cada uno debe aprender a ser “su propio juez”, para saber qué se está haciendo bien y qué se está haciendo mal, tanto como madre y como persona para con los demás.

Entre sus secretos de mamá de dos varones y una niña, ya hechos hombres y mujeres de bien, nos cuenta que para ella siempre fue sumamente importante “mantenerle la cabeza ocupada a los hijos”, pues esto ayuda a que se mantengan alejados de vicios o de malas costumbres.

Tal y como nos cuenta su hija Margarita Cabrera Echeverría, su madre significa para ella “su mayor preocupación, pero su mayor alegría... sus ojos, su todo”. Margarita, conocida por todos como “Maggie”, narra que aunque se mamá nunca se caracterizó por ser una persona permisiva, siempre estuvo allí, para darle a ella y a sus hermanos “todo el amor que tuvo y tiene en su corazón”.

Pido permiso para tomarme estas líneas finales para comentar mi experiencia muy particular con una persona excepcional, a la que por mucho cariño y respeto llamo “Señora Inés”. Todo lo que he comentado antes es una compilación de testimonios de su hija, lo que he compartido yo misma con ella e incluso palabras provenientes de sus propios labios.

Con toda honestidad puedo decir, que la moraleja que me deja conocer a una persona como ella, es que aunque suene a cliché, es que debemos vivir la vida al máximo, sin importar los obstáculos que se nos presenten en el camino, ella lo ha hecho ¿no? Indudablemente Inés, es un ejemplo a seguir.