La violencia es el uso de la fuerza para resolver los conflictos. En la mayoría de los casos aparece como resultado de la intolerancia y el desconocimiento entre personas de ideas, etnias, clases sociales, culturas o religiones diferentes. Incapaces de escuchar o aceptar opiniones o puntos de vista distintos de los suyos, los violentos se niegan a toda forma de diálogo o entendimiento y tratan de imponerse a como dé lugar, no importa si para ello tienen que amenazar, maltratar, aterrorizar e incluso asesinar a los que se les oponen.
Los frutos de la violencia, desde los tiempos más antiguos, no han sido otros que el odio, la destrucción y más violencia. Entre todos los antivalores, la violencia es el que más nos deshumaniza, llegando a convertimos en ocasiones en verdaderos monstruos.