El Síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas.

El Síndrome de Asperger se manifiesta de diferente forma en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios. 

En el año 2007, se declaró el día 18 de febrero como “Día Internacional del Síndrome de Asperger” en recuerdo del nacimiento de Hans Asperger.

Este año, 2015, se cumplen 71 años de la publicación por parte de Hans Asperger de su trabajo sobre la definición de la “psicopatía autística en la infancia” (Die “Autistische Psychopathen” im Kindesalter), aunque en realidad el trabajo se dató en Octubre de 1943. Sin embargo no fue hasta 1981, cuando Lorna Wing descubre el citado trabajo y acuña el término Síndrome de Asperger. Aunque quizá lo que no sea tan conocido es que en 1926, Grunya Iefimovna Soukhareva, psiquiatra especializada en infancia y asistente científica de una clínica de Moscú, ya describió -y publicó en alemán- el citado síndrome. Aunque al igual que sucedió con Asperger, no fue hasta 1996, cuando la psiquiatra Sula Wolff lo tradujo al inglés, convirtiéndose por tanto en la primera referencia en una publicación científica al citado síndrome.

No fue hasta 1994 en que el Síndrome de Asperger fue incluido en el el Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales en su cuarta edición (DSM-IV), y justo ha desaparecido en su quinta edición (DSM-V) englobándose dentro de los Trastornos del Espectro del Autismo