El 31 de agosto es el día mundial de la solidaridad,  virtud  que se atribuye a las personas que ayudan a los demás y sienten un compromiso con aquel al que intentan ayudar. En principio esta celebración era de la Iglesia Católica, el origen de la fecha  se remonta a 1980 donde Lech Walesa creó un  movimiento polaco de solidaridad en el cual el  Papa Juan Pablo II tuvo participación.

No  es necesario remontarse a la historia para saber lo importante que es  ser solidarios los unos a los otros y  atender al llamado de terceros. El verdadero apoyo  es ayudar a alguien sin recibir nada a cambio y sin que nadie se entere. Ser solidario es, en su naturaleza, ser bondadoso. La solidaridad se mueve sólo por la convicción de justicia e igualdad.

A diario las personas necesitan una mano amiga que les ofrezcan  algún tipo de soporte, no es necesario esperar más para brindar algún tipo de apoyo. Únete a buenas causas, dona pertenencias que no te sean útiles, brinda consejos y regala oportunidades de desarrollo,  todo esto suma un grano de arena para un mejor futuro. Ser solidarios contribuye a un mejor país.

Por: Betshy Trillo - Pasante Comunicación Social USM Oriente